Académicos de la Escuela de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Santiago (Usach), hicieron un llamado a las mujeres embarazadas a que opten por el parto natural para evitar los riesgos de las intervenciones quirúrgicas.
Ello ante el preocupante record de Chile, que en 2009 registraba las tasas de cesáreas más altas del mundo, con un 35 por ciento en el sistema de salud público y un 65 por ciento en el privado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no más del 15 por ciento de los nacimientos sean por cesáreas. Según la OMS, existen diez veces más probabilidades de ingresar a una Unidad de Cuidados Intensivos tras una cesárea selectiva planificada.
No hay conciencia ni educación respecto de la diferencia que hay entre tener un parto natural y una cesárea. Muchas veces en el sector privado las pacientes tienen la opción de elegir. La cesárea implica menos tiempo y se puede programar, aseguró el matrón de la Usach, Gonzalo Leiva.
El experto de la Usach enfatizó, principalmente, en los efectos que puede tener para embarazos futuros.
Las cesáreas inducen a riesgos en los embarazos posteriores como es placenta con inserciones anormales, placentas previas, roturas uterinas, más todas las debilidades en la pared abdominal con que queda la paciente, dijo Leiva.
Agregó que la cesárea es un acto quirúrgico que representa un riesgo mayor al exponerse a la anestesia, a infecciones en el área operatoria, a más días de hospitalización, lo que aumenta los costos, agregó el matrón.
Para Mónica Candia, académica de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Usach, el parto significa una impronta vincular y afectiva enorme, que dicta muchas conductas futuras del recién nacido. Todo eso, en una cesárea, se ve bloqueado, la madre no está consciente, no siente de la misma manera el nacimiento de su hijo, aseguró.
En esta perspectiva, la experta cree que las cesáreas son necesarias, pero sólo para embarazos que se complican o pueden ser riesgosos.
Una cesárea, cuando está bien indicada y es para corregir alguna anormalidad que ocurre, ya sea en el trabajo de parto o porque la mujer no puede tener a su hijo de manera espontánea, claramente es la mejor intervención que existe hoy. Pero no es la mejor intervención cuando, en igualdad de condiciones fisiológicas y eutócicas, llega a reemplazar al parto, expresó Mónica Candia.
Lo malo es que muchas mujeres no tienen conciencia sobre lo que implica una cesárea, las alteraciones que se producen en sus cuerpos, concluyó.
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