Estados Unidos confirmó ayer al menos un caso, de cuatro sospechosos, de contagio por la bacteria “Escherichia coli enterohemorrágica”, en ciudadanos que regresaron de Alemania.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que fueron identificados los casos en personas que viajaron a Hamburgo, norte alemán, "donde posiblemente quedaron expuestas".
El paciente enfermo fue hospitalizado en Massachusetts (noreste) tras desarrollar problemas renales a través de un síndrome denominado SHU vinculado a la bacteria y que puede ser mortal.
Otros dos positivos, diagnosticados en Michigan y Wisconsin (ambos en le medio oeste) también presentan similar síndrome, mientras un cuarto paciente es examinado, explicó el CDC.
Las autoridades sanitarias tratan de identificar el origen de la afección que ocasionó hasta el momento 25 víctimas fatales (24 de ellas en Alemania y una en Suecia), mientras más de 2.300 personas reportan síntomas en unos 14 países.
El fin de semana, una granja de verduras en el estado alemán de Baja Sajonia fue señalada como posible fuente de la epidemia letal.
Daños
El brote de "E-coli", que ha costado ya la vida a 22 personas en Alemania y ha acarreado daños multimillonarios en el sector agrícola de media Europa, se comportó un día más como un enigma infranqueable para la ciencia, mientras arrecian las críticas sobre la gestión de la crisis por parte de Berlín.
Las autoridades sanitarias de Hamburgo, epicentro de la infección desde que se detectó el primer caso el 1 de mayo, descartaron como foco otra muestra de semillas germinadas que teóricamente podía dar la clave sobre el agresivo agente que la provocó.
Los análisis realizados a un paquete de semillas germinadas, guardadas durante semanas en el frigorífico de un paciente hamburgués que ya ha sido dado el alta, resultaron negativos, tal como ocurrió el día anterior con otras 23 pruebas en esos vegetales.
RECLAMOS
Mientras el sector y los socios europeos reclaman indemnizaciones a Alemania en la reunión de ministros comunitarios de Agricultura de Luxemburgo, en el país arrecian las críticas tanto a la gestión del gobierno de Angela Merkel como a sus homólogos de Hamburgo o Baja Sajonia.
El Ejecutivo de Berlín, y en especial su ministra de Agricultura, Ilse Aigner, no ha sido capaz de dar una respuesta coordinada ni recomendaciones claras a los consumidores, lo que ha acrecentado los efectos de la crisis, denunció ayer Renate Künast, líder parlamentaria de los Verdes.
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