El fracking utiliza «sustancias tóxicas, mutagénicas y cancerígenas» para hallar y extraer gas del subsuelo.
Ni la palabra ni los miedos le son ya ajenos a Cantabria. La decisión del Gobierno saliente de
conceder un permiso de investigación a BNK Petroleum convierten a la comunidad autónoma en campo
de entrenamiento. Y Greenpeace España, a través de su responsable de Proyectos de Energía Limpia, José Luis García Ortega avisa: «Productos nocivos pueden
contaminar el agua debido a fallos en la integridad del pozo y a la migración de contaminantes a través
del subsuelo».
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