lunes, 5 de diciembre de 2011

Los 'peques', lejos de los frutos secos


Si en la familia hay un niño menor de tres años es conveniente tener mucho cuidado con los frutos secos. Los alergólogos pediátricos advierten que en estas fechas navideñas en las que se elaboran salsas con estos productos hay muchos niños que los prueban por primera vez y sufren una reacción alérgica. Pero a esta alerta se suma la de los facultativos de Urgencias que ya han visto muchos casos de críos de muy corta edad a los que un cacahuete o un pistacho se le ha desviado al pulmón. Sea por una posible reacción alérgica alimentaria o por el riesgo de que acaben en las vías respiratorias en lugar de en el estómago, médicos de distintas especialidades aconsejan extremar las precauciones.

"El mayor consumo de dulces elaborados con frutos secos como polvorones, pastas y turrones hace aumentar el número de reacciones alérgicas entre la población infantil durante las Navidades", insiste la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (Seicap). De ahí que desde esta organización se recomiende evitar estos alimentos antes de los tres años. "A veces debutan en esta época del año con reacciones al probar dulces con frutos secos", apunta Flora Martín-Muñoz, miembro del comité de alergia alimentaria de la Seicap.

Hay distintos estudios que sitúan entre el 3 y el 8% la proporción de población infantil alérgica a algún medicamento. Un porcentaje que va en aumento año a año. "La leche y el huevo son los alergenos más comunes, seguidos del pescado, los frutos secos y las legumbres. Sin embargo, la alergia a frutos secos es una de las más peligrosas y persistentes", indica la especialista.

Los alergólogos pediátricos recomiendan extremar el control de la composición de la comida que se les da a probar a los niños en caso de que ya exista un diagnóstico de alergia alimentaria. Una patología de este tipo no tiene por qué suponer una limitación en el disfrute a la hora de comer. La Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y al Látex (Aepnaa) ofrece en su página web (www.aepnaa.org) recetas de dulces sin frutos secos, leche o huevo.

Si nunca han probado los frutos secos, Marisa Ridao, secretaria de Seicap, aconseja que los niños empiecen a ingerirlos en pequeñas cantidades, preferiblemente de forma triturada y a ser posible a mediodía para poder observar los posibles efectos, dado que los síntomas suelen aparecer de forma inmediata. "Las reacciones que pueden desarrollarse en niños con alergia a frutos secos después de su ingesta incluyen urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia. En algunos casos, si no se actúa a tiempo con medicación de rescate, las consecuencias pueden llegar a ser fatales", apunta Ridao.

Pero el peligro de la alergia no es el único. Cuando a un facultativo de Urgencias se le pregunta qué consejo daría a los padres para evitar accidentes, raro es que no incluyan en la lista extremar el cuidado con la ingesta de frutos secos, sobre todo en los niños menores de 3 años.

A fuerza de repetir los mensajes, ya existe concienciación y legislación para que los juguetes no tengan piezas pequeñas. Pero los padres no son muy conscientes de que un cacahuete, un pistacho o una pipa de girasol entrañan tanto peligro como un clip, el tapón de un boli o una perla. Incluso más. Porque los objetos sólidos son más fáciles de extraer. No se rompen. Pero los frutos secos que en vez de ir a parar al estómago de un niño acaban en el pulmón, suelen desarmarse al intentar extraerlos. Además, en las vías respiratorias, un cacahuete o una avellana se pudre y causa reacciones inflamatorias e infecciones con el consiguiente riesgo de neumonías y bronquitis.

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