La expresidenta del Consell de Mallorca Maria Antònia Munar ha acudido hoy a los juzgados de Vía Alemania para comparecer como imputada ante la juez del caso Voltor, pero se ha acogido a su derecho a no declarar alegando que no está en condiciones de hacerlo por su estado de salud.
Munar había sido citada por la juez Carmen Abrines por una pieza de Voltor que investiga la contratación por parte del Consorcio de Informática Local de Mallorca (Cilma), dependiente del Consell cuando lo presidía, de una veintena de personas que se sospecha trabajaron para Unió Mallorquina (UM).
Hace unos días, la también expresidenta de UM y del Parlament balear pidió a la jueza la suspensión de la declaración aduciendo problemas de salud, pero la magistrada mantuvo la citación.
Aunque Munar no ha declarado, el fiscal Anticorrupción Miguel Ángel Subirán ha hecho constar ante la jueza las preguntas que pensaba formularle.
En esta pieza se investigan tres convenios entre el Consell de Mallorca y el Cilma para poner en marcha sendos proyectos durante la legislatura 2003-2007, en la que UM presidía el Consell.
Estos tres proyectos fueron Infomallorca, una página web de información de la isla; Mallorca Digital, una plataforma para digitalizar bases de datos, y Eiel, una encuesta sobre las necesidades de los ayuntamientos.
El primero de ellos lo financió el departamento de Turismo del Consell, dirigido por Francesc Buils; el segundo el de Cooperación Local, de Catalina Julve, y el tercero el de Vicepresidencia, de Miquel Nadal.
Cada uno de ellos costaba al Consell entre 100.000 y 150.000 euros anuales y empleaban entre todos a unas 35 personas, de las cuales 29 se sospecha que realmente trabajaron para UM.
El fiscal, según las preguntas que ha hecho constar, pensaba interrogar a Munar acerca de si firmó con Cilma, representada por Buils, los tres proyectos, y si sabe si el exgerente de esta entidad, Eugenio Losada, declaró que los proyectos se destinaron a otras labores.
También le iba a preguntar acerca de si sabe que los propios trabajadores de esos proyectos los ignoraban completamente y reconocieron en cambio -salvo tres de ellos- que trabajaron realmente para UM.
El fiscal también pretendía interrogar a Munar acerca de si "urdió", junto con Nadal, Julve, el exconseller de UM Miquel Ángel Flaquer y otros miembros de ese partido, una supuesta red de trabajadores pagados con dinero público que hicieron labores para su partido
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