El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el jueves que respalda la decisión de la secretaria de salud de Estados Unidos de desautorizar a científicos del Gobierno sobre un mayor acceso de las mujeres a la controvertida píldora del día después.
Obama señaló que apoya la decisión de la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, de coartar el plan de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) de terminar con el tope de edad sobre las personas que pueden comprar la píldora Plan B sin receta.
"Cuando se trata de niñas de 12 ó 13 años, la pregunta es ¿podemos confiar que usarían Plan B adecuadamente?", cuestionó el presidente estadounidense.
Obama señaló que es importante aplicar el "sentido común" a las reglas cuando se trata de medicamentos de venta libre.
El fármaco de Teva Pharmaceutical Industries Ltd, que debe tomarse dentro de las 72 horas de una relación sexual sin protección para evitar la concepción, ha estado disponible sin prescripción para las mayores de 17 años, aunque las mujeres aún tenían que pedir ayuda al farmacéutico y mostrar identificación que acredite su edad.
Las menores de 17 años requerían una receta para comprar el medicamento.
Obama dijo que no participó en la decisión de Sebelius, que además rechaza la posibilidad de que la popularmente llamada píldora del día después se venda en otros comercios que no sean farmacias.
Una portavoz de la FDA señaló el miércoles que nunca antes una secretaria de salud había invalidado una indicación de la agencia. La FDA había sido blanco de críticas anteriormente, sobre todo de los grupos de defensa de la mujer, por no expandir el acceso a la píldora del día después más rápido.
La medida fijada por la FDA habría colocado a la píldora en las estanterías de los comercios al lado de los preservativos y otros productos de control de natalidad, una cuestión políticamente sensible de cara a las elecciones del 2012 en Estados Unidos.
La medida de Sebelius es la última en una larga batalla sobre la píldora que ya lleva una década, cuyos críticos afirman que podría llevar a la promiscuidad, al abuso sexual y a reducir las visitas al médico si está libremente disponible para la compra.
Los defensores de este contraceptivo de emergencia señalan que ayuda a disminuir los embarazos no deseados o abortos y que el acceso rápido y sencillo para las mujeres de todas las edades es clave para que esa medicación funcione.
En su comunicado del miércoles, Sebelius dijo que Teva no presentó evidencia suficiente que muestre que las niñas más jóvenes comprenderían y usarían adecuadamente la píldora sin conversar primero con un médico.
Para el laboratorio no está claro cuáles son los datos que la funcionaria considera que faltan.
Plan B, aprobada en 1999 como primer anticonceptivo de emergencia en Estados Unidos, contiene una dosis mayor de la hormona progestina, que se usa en los contraceptivos regulares desde hace décadas.
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