martes, 6 de diciembre de 2011

Reactores nucleares después de Fukushima

La tecnología de generar energía eléctrica a partir de la fusión del átomo, o sea liberando energía de las partículas de la materia, fue desarrollada durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, en varios países del mundo se han ido construyendo reactores nucleares (actualmente 442 en funcionamiento), alcanzando en 2010 de una manera conjunta la producción de 2.588 TWh de electricidad y satisfaciendo altos porcentajes de la demanda nacional de Ucrania (48,1 por ciento), Eslovaquia (51,7 por ciento), Bélgica (51,1 por ciento) o Francia (74,1 por ciento) para citar a los países más dependientes de la energía nuclear. Los más grandes productores de electricidad por número de reactores nucleares son Estados Unidos (104 reactores), Francia (58), Japón (50) y Rusia (32). La vida útil de un reactor nuclear está estimada en 40 años.


Según un estudio del Gobierno francés, el costo de producir electricidad en un reactor nuclear está evaluado en 30 Euros/MWh, o sea mucho menos que en una central a gas. Según un estudio finlandés, la energía eléctrica más barata es la producida a partir de la nuclear, luego la del carbón, gas, turba y eólica.


El principal inconveniente de las centrales nucleares son los accidentes que causan la contaminación radioactiva, mortal para los humanos y dañina para el medio ambiente. Los dos grandes accidentes de este tipo —Chernobyl, en Ucrania, y Fukushima, en Japón— han causado extensas radiaciones. La disposición de los desechos nucleares que producen los reactores durante su operación normal también es problemática incluyendo riesgos de contaminación, sin hablar de las polémicas con los defensores del medio ambiente.


Justamente uno de estos debates se está llevando a cabo actualmente en Francia, país nuclear por excelencia, no sólo por su dependencia sino también por su avance tecnológico en ese sector. Según un compromiso logrado entre el partido de los Verdes y el Partido Socialista, se propuso disminuir el aporte nuclear a la producción de electricidad de 74 a 50 por ciento hasta el 2025. El escenario de la transición energética de los Verdes incluye cambios en los hábitos por parte de los consumidores de electricidad como mayor sobriedad, eficiencia y uso de energías renovables. Las energías renovables tienen carácter intermitente, es decir, no producen electricidad de manera constante. Los defensores de la energía nuclear ponen de relieve que las centrales nucleares producen mucha electricidad sin ocupar mucho terreno y sin emitir casi nada de gases de efecto invernadero. Su plan es mantener el mismo número de rectores de 1.600 megawatts. En todos los escenarios se prevé que aumenten los precios que pague el consumidor de electricidad.


Actualmente 30 países, desarrollados en su mayoría, poseen reactores nucleares. China posee 14 reactores, Corea del Sur 21, India 20. En otros países —como por ejemplo Polonia, Irán, Pakistán y Marruecos— los reactores se encuentran en diferentes fases de construcción. Existen los países que prefieren renunciar al desarrollo de energía nuclear. Un ejemplo notable en Europa constituye Italia, donde todas las plantas nucleares fueron cerradas en 1990 a raíz de un referéndum. Después del accidente en Fukushima (Japón), el Gobierno alemán prometió también retirarse paulatinamente del desarrollo nuclear en beneficio de las energías renovables.


La energía nuclear representa varias ventajas y erradicar su uso no es una decisión fácil. Además del costo más bajo, soberanía e independencia energética ofrece una posible aplicación militar y prestigio tecnológico. Pero los riesgos son grandes y deben ser tomados en cuenta.

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