Es hora de iniciar la batalla por nuestra supervivencia.
La preservación de la pureza en los alimentos y las tierras agrícolas son los pilares que determinan si una civilización sobrevive o desaparece en la historia.
Las élites bancarias como la familia Rothschild de Inglaterra, o los Rockefeller en EE.UU., y sus Corporaciones, lanzaron una guerra contra la humanidad. Estamos siendo atacados y tenemos la obligación de actuar en defensa propia protegiendo la biodiversidad de la cual dependen la humanidad y todas las formas de vida de la Tierra. Tenemos que detener a las élites globales e impedir del uso de patentes y privatización de la vida, por parte de monopolios corporativos como Monsanto.
Tenemos que detener a la falsa ciencia financiada por mercenarios y la información mentirosa, obstaculizando y derogando las leyes aprobadas por políticos corruptos sobornados que benefician a las corporaciones. Llego la hora de decir basta a estos personajes que vendieron su alma y gozan de impunidad con beneficios de billones de dólares, mientras que llevan a cabo un plan elaborado cuidadosamente para la destrucción de la salud humana, la muerte y la despoblación.
Se han otorgado derechos legales engañosos que fueron concebidos con una intención criminal, consagrado en las leyes aprobadas a los modernos caballos de Troya que destruyen la vida. Tenemos que hacerlos retroceder. Las leyes se hacen pero pueden revocarse y revertirse. Las leyes tienen que servir a la humanidad - y no se puede permitir que estén diseñadas para destruirla.
Los autores de este programa genocida no son ignorantes de la verdadera ciencia, ni tampoco de las implicaciones de su perversión. Ellos saben exactamente lo que están desatando - y por qué - y conocen perfectamente las devastadoras consecuencias. ¡Ese es su propósito!. Los bancos y las corporaciones intentan cubrir sus actos criminales con datos falsificados que encontramos a cada paso. La distribución y propaganda falsa sobre transgenicos es el trabajo de un verdadero "imperio del mal".
La vida y el sustento que están destruyendo es nuestro futuro, el de nuestros hijos, nuestros nietos y todas las generaciones por nacer de cualquier especie sobre la Tierra.
Tenemos que usar todas las herramientas a nuestra disposición. Nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestra inventiva y el ingenio, nuestra determinación y perseverancia.
Nos enfrentamos a una guerra de agresión que utiliza los alimentos como arma de destrucción masiva. Y esto es ahora nuestra BATALLA por la supervivencia. Tenemos que luchar y no podemos DARNOS el lujo de perder. NO IMPORTA LO QUE CUESTE.
- http://www.responsibletechnology.org/newsletters/12012011spillingthebeans.html
- http://www.gmwatch.org/index.php?option=com_content&view=article&id=13474
Un Informe argentino identifica los principales problemas médicos asociados con la soja Round-up Ready (Glifosato de Monsanto)
NOTA: El importante informe elaborado por médicos argentinos acaba de ser publicado en Inglés. Surgió a partir de la 1 ª Reunión Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Puede descargarse aquí.
El reporte señala una vez más el gran incremento en defectos de nacimiento en paralelo con la expansión de Roundup GM Ready (RR) para la soja. También contiene un reporte detallado sobre los daños al ADN, lo que confirma la investigación de laboratorio sobre el glifosato "desglose del producto" de AMPA y los problemas que desarrollan los trangenicos y el glifosato a nivel neurológico.
Extractos
- Cada año [en Argentina] la cantidad de glifosato por hectárea que es rociado en repetidas ocasiones en la misma parcela, se ha incrementado. Esto es probablemente debido a que las llamadas "malas hierbas" se volvieron resistentes.
- En 1996, las aspersiones eran de al menos 2 litros por hectárea, mientras que hoy en día algunas áreas son rociadas con 10 litros por hectárea, y la cantidad asciende a casi 20 litros por hectárea en muchas áreas.
- Estas sustancias tóxicas son rociadas sobre extensos territorios.
- Los cultivos transgénicos sujetos a fumigaciones sistemáticas cubren 22 millones de hectáreas ubicadas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Santiago del Estero, San Luis, Chaco, Salta, Jujuy, Tucumán, La Pampa y Corrientes.
Doce millones de argentinos son directamente rociados con glifosato. Esto significa que 300 millones de litros de agrotóxicos se esparcen en casas, escuelas, parques, fuentes de agua, campos deportivos y áreas de trabajo. En otras palabras, los agrotóxicos se llueven sobre sus vidas.
La población contaminada es atendida por médicos que trabajan en pueblos fumigados, donde se reporta un alarmante incremento de cáncer, defectos congénitos y trastornos en la reproducción, una situación que se ha vuelto inocultable.
Esta indiscutible realidad quedó revelada, por ejemplo, en la geo-referencia hecha en el año 2005 por las madres del barrio Ituzaingó de Córdoba, y su equipo de gobierno local de atención primaria, sobre los casos de este barrio en el que, entre otros contaminantes, los productos agroquímicos jugaron un papel relevante.
"Cuestionamos el actual modelo productivo agro-industrial y transgénico. Hay otras opciones para la producción agroecológica que la Universidad del Estado debería promover y desarrollar. Es necesario investigar, seleccionar, y obrar de acuerdo con sistemas de producción que permitan la integración social y cultural, la defensa y la reproducción de las condiciones ecológicas de nuestro medio ambiente", indica el informe.
Mientras los diarios argentinos oficialistas se muestran mentirosamente en contra del glifosato, la Presidente Cristina Fernandez de Kirchner permitió y ordenó la inauguración de un planta productora de ese agroquímico en Tierra del Fuego.
Por orden directa de Cristina Fernandez de Kirchner, la Secretaría de Industria de la Nación aprobó el proyecto productivo presentado por la empresa Paraguaya Tecnomyl, radicada desde 2007 en argentina, para elaborar glifosato en Tierra del Fuego. La única empresa que se oponía era ATANOR que elabora glifosato para el continente. En la actualidad se asociaron para repartir ganancias. La noticia salió a la luz el 22 junio 2011.
Continuando con el informe Argentino de la Universidad de Córdoba
En la Provincia del Chaco, se reconoce oficialmente lo que el pueblo afirmó desde hace muchos años: Que la actividad de trabajo con agroquímicos o la exposición residencial (por proximidad) está vinculada a problemas reproductivos.
Repetidos abortos involuntarios y defectos de nacimiento graves. Como la serie de casos de malformaciones fetales donde las madres tienen un historial de exposición directa a los pesticidas, lo cual fue recogido por el Dr. Horacio Lucero, Jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste (Nacional del Nordeste University), quien estuvo registrando y estudiando estos hechos durante más de 10 años. Las observaciones del experto fueron totalmente confirmadas. La tasa de defectos de nacimiento entre 10.000 bebes, mostraron un incremento significativo en los últimos años.
En los últimos años, la siembra de soja en el Chaco reemplazó otras actividades tradicionales de la economía regional. Empresas que conforman los conglomerados agrícolas, que ahora poseen grandes extensiones de tierras públicas, se han establecido. Es notable cómo el aumento de la siembra de soja en el Chaco coincide con el número creciente de defectos congénitos.
Este enlace también se fortalece al ver "el mapa de la muerte" (defectos de nacimiento, anomalías cromosómicas y malformaciones), lo cual significa más que un impacto significativo en las áreas de soja transgenica, tanto en las zonas expuestas a un alto nivel de glifosato y el uso de otros pesticidas en áreas aledañas.
Nota: Entre otros medios de comunicación norteamericanos el informe argentino fue publicado por GM Watch.
- Los cultivos transgénicos no solo destruyen a las personas que trabajan en ellos o habitan las zonas próximas. También atacan a la naturaleza contaminando bosques y exterminando insectos y animales. Y los agrotóxicos contaminan la atmósfera por lo cual, se llueven en cualquier parte del planeta.
Los Agrotóxicos, por supuesto, no se quedan en los campos. Ni tampoco los transgénicos. El 80 % de los alimentos del supermercado contienen residuos de agrotóxicos y elementos transgénicos, que producen cáncer e infertilidad.
Hay una serie de razones de peso para evitar por completo el consumo de alimentos genéticamente manipulados y tratados con herbicidas, o alimentos con ingredientes derivados de estos productos. Lamentablemente, los alimentos contaminados van desde la carne vacuna, gaseosas, enlatados y dulces, hasta los todos los lácteos e incluso las papas. Los niños deben tener especial cuidado para evitar tales ingredientes no orgánicos.
Un grupo de científicos encontró una "grieta" en el sistema.
Científicos asistentes a un grupo de trabajo sobre bioseguridad se infiltraron en una convención de la ONU, mientras se discutía sobre diversidad biológica, y tomaron por sorpresa a los banqueros y corporaciones solicitando publicamente a "todos los gobiernos del mundo" que usen cualquier herramienta a su alcance "para quitar los productos contaminados de sus mercados", porque "...constituyen una grave causa de daños a la salud pública", haciendo especial hincapié en la corporación Monsanto y sus cultivos genéticamente manipulados (GM) [resistentes a los herbicidas] Roundup Ready (RR). El hecho ocurrió en el año 1998.
Mientras tanto, un experimento llevado a cabo por el experto independiente Dr. Pusztai Alpad del Reino Unido, demostró que los alimentos genéticamente manipulados y que los alimentos que contienen derivados de estos productos, causan daños en órganos y daños al sistema inmunológico en humanos. Hoy, el 80 % de los alimentos del supermercado poseen ingredientes transgenicos que además causan cáncer y problemas de reproducción.
Otro experimento realizado por el Dr. SWB Ewen, por entonces patólogo Titular de la Universidad de Aberdeen, confirmó que los toxicos e infecciosos subproductos del proceso de manipulación genética conducen a daños en el sistema inmunológico y destrucción de órganos: "(...) el proceso de manipulación genética en sí mismo lleva a la toxicidad (...)", resultados similares se observaron en animales o seres humanos alimentados con soja genéticamente manipulada, canola y maíz. Recordemos que los subproductos de la soja transgenica, por ejemplo, se utilizan como conservantes u aditivos en elementos tan comunes para nuestra dieta como lo son el shampoo, la Coca Cola, jugos, los cereales o las hamburguesas Paty.
¿Como llegan los subproductos o residuos transgenicos a la carne vacuna? Durante miles de años las vacas procesaron naturalmente el pasto, brindando sus proteínas y otros elementos muy necesarios para la salud a los seres humanos. Hoy las vacas son alimentadas con estiércol y transgenicos. Es decir que la cadena está rota y los seres humanos dejaron de recibir ciertos nutrientes que fueron reemplazados por tóxicos. Esto acarrea múltiples desordenes alimenticios además de producir cáncer, tumores y abortos espontáneos. Y ocurre lo mismo con la leche y las hormonas geneticamente modificadas de Monsanto que infectan cualquier lácteo: Queso, helados, Yogurth.
Hay notables diferencias entre el proceso de reproducción normal y el proceso de manipulación genética artificial. Una diferencia clave es el uso de virus altamente infecciosos para la manipulación genética artificial como un estimulante para activar el gen introducido.
Un virus comúnmente empleado es el altmente infeccioso virus CaMV. Monsanto proclama que los virus en los alimentos normales no son peligrosos y que no pueden ser absorbidos por los mamíferos. Sin embargo, los peligros de carga viral en alimentos fueron expuestos por el genetista Dr. Mae-Wan Ho, en una reunión realizada el 31 de marzo de 1999 cuando fue invitado por el Ministro de Medioambiente del Reino Unido Ministro, Michael Meacher.
La información científica contrasta absolutamente con los "dictámenes" de Monsanto" y los riesgos de estos virus infecciosos son graves.
El Dr. Mae-Wan Ho, el Dr. Joe Cummins, profesor emérito de Genética, Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Western Ontario y la bióloga molecular Angela Ryan, están de acuerdo en que es necesaria una investigación más profunda sobre este asunto: "No existe seguridad alguna sobre estos procedimientos ni sus consecuencias reales a largo o corto plazo". Y de todas formas ¿Alguien le dijo a usted en el supermercado que está comprando alimentos con virus altamente infecciosos?
Por lo general los virus altamente infecciosos utilizados por Monsanto son irresponsablemente administrados, y está comprobado científicamente que estos virus de ingeniería genética afectan el cerebro y destruyen el sistema inmune.
Otra diferencia clave entre la producción normal y la manipulación genética artificial es que la manipulación genética aumenta el riesgo de que la planta (por ejemplo, la soja) desarrolle compuestos tóxicos que causan alergias. Tales cambios inesperados fueron demostrados hace al menos 4 años.
La inserción de un gen extraño en un organismo viviente, como por ejemplo en una planta, altera la síntesis de productos químicos. Esta alteración conduce al cambio de los compuestos químicos existentes en la planta (incluyendo un aumento significativo en los niveles existentes de compuestos tóxicos) o el desarrollo de nuevos compuestos tóxicos o nocivos, que causan reacciones desconocidas en los seres humanos. "No habría ninguna manera de predecir los efectos con anticipación y sería difícil poner a prueba estos efectos sin muchos años de cuidadosa investigación", "...los daños se presentan en forma gradual en cuestión de semanas, meses, años o incluso décadas, y la sociedad no es consciente de los daños a la salud hasta que es demasiado tarde...", y aún así, los médicos se encargan de no relacionar el consumo de alimentos transgenicos con las enfermedades que producen, tal y como lo hacen con los efectos secundarios de las vacunas. Fuente de la información en este parrafo: PJ Regal, publicado en Molecular Ecology (1994) 3:5-13 - Además existe un excelente analisis de este aspecto en "Assessing the Safety and Nutritional Quality of Genetically Engineered Foods" por el Dr. John Fagan, profesor de Bioquímica y Biología Molecular.
Los transgénicos no solo causan Cáncer, además producen SIDA
Otro riesgo importante de los alimentos genéticamente manipulados es la exposición regular a material de ADN extraño y ARN insertado en estos alimentos artificiales que causan (otra vez) reacciones alérgicas o (otra vez) enfermedades autoinmunes. Investigaciones científicas lo demostraron: "Fragmentos de ADN de ingredientes de alimentos genéticamente manipulados pueden ser detectados en cerebros humanos". Y no solo eso, sino que los transgenicos y subproductos hacen a su consumidor más resistente a los antibióticos. El ADN de ingenieria genetica podría considerarse, prácticamente, un arma biológica, como lo fue el Agente Naranja de Monsanto durante la guerra de Vietnam. ¿Porque producen SIDA los transgenicos entonces? El SIDA es Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Un ser vivo padece SIDA cuando su organismo se ha deteriorado debido a la inmunodeficiencia. Si los trasngenicos destruyen el sistema inmunológico, entonces, están causando SIDA.
Por último, algunos cultivos genéticamente manipulados cambian de forma y producen sus propios niveles altos de pesticidas.
Por ejemplo, los cultivos genéticamente manipulados "Bt" emiten niveles muy altos de toxinas. Y las plantas genéticamente manipuladas para producir la toxina Bt producen por lo menos 1000 veces más toxina Bt por hectárea que la generada por una una fuerte aplicación de Bt directamente sobre las plantas. En otras palabras, los seres humanos están ingiriendo estas toxinas cada vez que consumen no-orgánicos o cualquier alimento con edulcorantes a base de maíz GM.
Incluso si la planta genéticamente manipulada no produce sus propios pesticidas, se ha demostrado de manera concluyente mediante la investigación científica, que los herbicidas utilizados sobre los cultivos transgenicos (por ejemplo, soja, canola, maíz) son extremadamente tóxicos y causan defectos de nacimiento.
Información adicional autorizada escrita por algunos de los principales expertos del mundo científico se puede encontrar en:
www.iberonat.com
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