La variedad NK603 ya fue autorizada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para cultivarse experimentalmente en Chihuahua, Tamaulipas y Sinaloa. El permiso para Jalisco está en trámite.
“Las tres variedades de maíz que fueron la base de la investigación revelaron nuevos efectos colaterales, ligados a su consumo. Los efectos se concentraron principalmente en el hígado y riñones, los dos principales órganos depuradores que desintoxican al cuerpo”, concluye la investigación titulada “Una comparación de los efectos de tres variedades de maíz genéticamente modificado en la salud de mamíferos”.
El estudio es uno de las pocos realizados por científicos independientes y no por empresas biotecnológicas.
Gilles-Eric Séralini, uno de los autores y miembro experto de la Comisión para la Reevaluación de la Biotecnología que creó la Unión Europea en 2008, señala que debido a los resultados, debe haber una prohibición “firme” sobre la importación y cultivo de los organismos genéticamente modificados.
El estudio se basa en las pruebas publicadas por “Monsanto” y en la repetición de pruebas realizadas en estos tres maíces transgénicos, con los que alimentaron a ratas por 90 días. El resultado fue que los tres maíces contienen residuos de nuevos plaguicidas, que estarán presentes en los alimentos de los seres humanos.
“Por primera vez en el mundo, hemos comprobado que los transgénicos no son suficientemente saludables para comercializarse”,
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