En este contexto se retirará del mercado la semilla de patata transgénica “Amflora”, que fuera aprobada hace dos años.
Esperemos que la decisión de la empresa ayude a que otras como Monsanto, Syngenta o Bayer, comiencen también a preparar su retirada de los transgénicos y a apostar a inversiones más saludables. Si bien parece que la locura consumista en la que nos encontramos fuera incontrolable, tampoco somos tan imbéciles.
La difusión de las tácticas de la industria de los transgénicos que han salido a la luz recientemente en Wikileaks, puede haber colaborado a poner algo de freno a este sucio y contaminante negocio, ya que apostar a las semillas genéticamente modificadas a lo único que nos llevará es a la masacre de la biodiversidad.
www.iberonat.com