El maíz (Zea mays L.) es un cereal cuyo centro de origen se localiza desde el centrosur de México, hasta la mitad del territorio de Centroamérica. Alli crece naturalmente el teosinte, pariente silvestre del maíz. En este lugar se han encontrado restos arqueológicos de plantas de maíz que se estima datan del 7.000 a.C. Desde allí el maíz fue distribuido en tiempos precolombinos hacia Norteamérica y hacia el resto de América, entre ellos a Chile. Estas corrientes migratorias permitieron el desarrollo de nuevas formas que han dado origen a la gran variabilidad actual.
El nombre común de maíz, es derivado de la palabra taina mahís o maíz, que le daban los indígenas del Caribe. [] Los cronistas antiguos reportan que antes de la llegada de los españoles se cultivaban en Chile y Perú numerosas variedades de maíz. El maíz se llamaba zara, sara y chuqllu en quechua, tunqu en aymara y para choclo es chhuxllu, ttanti en atacameño y hua en araucano. Entre los maíces antiguos que aun se cultivan en Chile se reconocían 6 a 7 variedades, entre ellas tenemos: El maíz morocho, el maíz negro o morado, maíz amarillo, maíz blanco, maíz colorado, maíz colorado y blanco, maíz blanco y morado.
Chile es actualmente un centro de diversificación de maíz y este cultivo es considerado un recurso fitogenético agrícola. De acuerdo al Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile (INIA), existen 23 tipos o formas raciales que son: Maíz Harinoso Tarapaqueño, Maíz Limeño, Maíz Chulpi, Maíz Polulo. Maíz Capio Chileno Grande, Maíz Capio Chileno Chico, Maíz Chutucuno, Maíz Morocho Amarillo, Maíz Negrito Chileno, Maíz Marcame, Maíz Curagua, Maíz Morocho Blanco, Maíz Camelia, Maíz Diente de Caballo, Maíz Cristalino Chileno, Maíz Pisankalla, Maíz Semanero, Maíz Amarillo de Ñuble, Maíz Ocho Corridas, Maíz Amarillo de Malleco, Maíz Araucano.
La mayoría de esta razas son escasas o se encuentran en grave riesgo de perdida.
Producción de Maíz en Chile
A pesar de esta riqueza, Chile no es autosuficiente en su producción de maíz. Históricamente ha importado alrededor de un 55% del maíz que consume y el resto lo importa principalmente desde Argentina, Paraguay, Brasil y Estados Unidos. El maíz es destinado principalmente para consumo animal de aves y cerdos. Entre el año 2006 al 2010 las importaciones de maíz bajaron de un 57% a un 31% debido a que esta siendo reemplazado por importaciones de alimentos sustitutos.
La producción nacional de maíz se ha mantenido relativamente estable en alrededor de 1,2 a 1.3 millones de toneladas. En Chile la producción de maíz se realiza principalmente de manera industrial con variedades híbridas la cual se destina para producción animal. También se produce maíz de manera tradicional para consumo fresco donde se utilizan las variedades de maíz choclero y maíces dulces híbridos. Adicionalmente se produce maíz curagua para hacer palomitas de maíz. El maíz es la principal semilla producida y exportada por Chile. El 2009, Chile produjo 74.831 ton de semilla de maíz en su mayoría para exportación a Estados Unidos. La semilla de maíz transgénico representa el 62% del total de semillas de maíz que el país exporta.
Contaminación de Variedades Criollas y de Miel
El maíz transgénico, producido para multiplicación de semilla de exportación, se ha autorizado desde el año 1993 en adelante. La superficie ha aumentado de 6.002 ha en 1999 a 13.614 ha en 2010. Las liberaciones de maíz transgénico se ha efectuado en casi todas las regiones del país. Estos cultivos son efectuados al aire libre con insuficientes medidas para contener el polen que viaja con el viento y las abejas y poliniza cultivos cercanos contaminándolos genéticamente.
Como era de esperar, el maíz transgénico ya ha contaminado maíces convencionales de Chile. Un estudio efectuado por Greenpeace en 2005 demostró la contaminación de semillas de maíz convencional con semillas transgénicas comercializadas para uso nacional. El maíz DK440 de ANASAC presentó contenidos de semillas transgénicas NK 603 y MON 810 de Monsanto. (Greenpeace, 26 de abril, 2005). También en el año 2008, el Programa Chile Sustentable, la Fundación Sociedades Sustentables y Desarrollo Rural Colchagua, encontraron por primera vez contaminación de maíz en el campo en 4 predios cercanos a semilleros transgénicos de la VI Región en un estudio que abarcó 30 predios. Uno de los maíces contaminados era la variedad carabina o diente de caballo que es un recursos fitogenético de Chile. Estos eventos son muy graves pues estos maíces contaminados pueden ser usados como semillas dispersando la contaminación aun mas. El SAG que autoriza estos cultivos no ha efectuado mediciones de campo o adoptado medidas para controlar la contaminación.
Por otra parte, la presencia de cultivos transgénicos de maíz y otros, esta teniendo graves impactos en la apicultura, pues se ha demostrado la contaminación de la miel con polen transgénico. De acuerdo a una exportadora chilena de miel que efectuó análisis a 20 tambores de miel chilenos, en todos encontraron polen transgénico. También encontraron transgénicos en miel de la Isla de Chiloé, que posiblemente se debiera a su alimentación con fructosa pues la Isla no tiene transgénicos (Juan Pablo Molina, JPM Exportaciones, 2011).
Esta situación estaría afectando la comercialización de la miel chilena a la UE dado que el Tribunal de Justicia Europeo dictaminó el martes 6 de Septiembre de 2011, que la miel que contenga trazas de polen transgénico deberá someterse previamente a una autorización para poder ser comercializada. El Reglamento de la Unión Europea señala que cualquier alimento que tenga sobre 0.9% de contenido transgénico deberá ser etiquetado.
El 90% de la producción nacional de miel es exportada a Europa. Eso implica que la miel chilena deberá ser analizada y certificada antes de entrar a Europa. Debido a que los cultivos transgénicos se encuentran en casi todo el país, los apicultores se encuentran en una seria disyuntiva pues les será muy difícil asegurar miel libre de polen transgénico. El país además posee escasa capacidad para detectar contaminación. Ante esta situación, los apicultores han estado solicitando la creación de zonas de protección apícola y determinación de zonas donde colocar sus panales.
La Fundación Sociedades Sustentables ha venido advirtiendo estos riesgos y lamenta las políticas nacionales que no le otorgan suficiente valoración a la riqueza genética del país permitiendo que se pierda y que promueven la adopción de tecnologías riesgosas y contaminantes sin hacerse cargo de los daños que estos cultivos causen a los agricultores y apicultores.