La ayahuasca se utiliza tradicionalmente en rituales medicinales mágicos en muchos países de Suramérica, como Brasil, Perú y Ecuador. Pero el uso de esta planta también se ha constatado en Valencia, a miles de kilómetros de la selva amazónica, donde crece. «Aunque son plantas utilizadas en otras latitudes, en la Comunitat se ha visto algún caso de intoxicación aguda por su consumo», confirma Benjamín Climent, médico de la Unidad de Toxicología Clínica del Hospital General de Valencia.
El uso de estas sustancias alucinógenas va en aumento, tanto de plantas como de hongos y diferentes drogas emergentes en forma de comprimidos y soluciones líquidas. Su consumo se ha ido extendiendo hasta popularizarse y crecen las incidencias. «Cada fin de semana los servicios de urgencias valencianos asisten a alguna persona por intoxicaciones con estas sustancias», señala el doctor del servicio de medicina Interna. Eso sí, la mayoría de atenciones siguen siendo por cocaína y cannabis, «cuyo consumo está muy generalizado».
¿Cómo se reconoce y asiste a una persona que llega al hospital por la ingesta de estos estupefacientes? «No se pueden detectar en los análisis así que nos movemos según los síntomas que presenta el paciente y lo que nos relata», cuenta este experto del Hospital General. Sus consultas suelen ser por crisis de ansiedad, pánico, agitación y alucionaciones. Normalmente se les suministran tranquilizantes para calmarlos y los síntomas suelen desaparecer en horas.
La mayoría de pacientes atendidos por problemas relacionados con el consumo de drogas en los hospitales de la Comunitat «presentan policonsumo, tanto de varias drogas como combinadas con el alcohol, que está omnipresente», apunta el médico.
En cuanto a los tipos de plantas alucinógenas, la principal es el estramonio, aunque también destaca la salvia divina, de la que está difundiéndose su consumo. Suele consumirse masticada sin tragar, fumada con cannabis o inhalando el humo procedente de su combustión. Y hay muchas variedades de hongos, «consumidos sobre todo por gente muy joven que experimenta con ellos y se adquieren por internet», alerta el médico de la Unidad de Toxicología Clínica, quien resalta el importante papel de la red en la proliferación de nuevas drogas.
Entre las sustancias psioactivas emergentes aparecen «nuevos derivados de las anfetaminas», advierte Climent. También «está de moda» la ketamina, un anestésico que se utiliza en veterinaria. «Su uso es recreativo como euforizante y se consume en pequeñas tomas toda la noche». Los médicos también detectan problemas con el GHB (también llamado éxtasis líquido) «un anestésico prohibido usado como euforizante y afrodisiaco que en dosis elevadas deja al consumidor en coma. Además, se ha usado en agresiones sexuales al causar pérdidas de conocimiento»,