La Policía Moral iraní inició hace tres semanas una nueva campaña para retirar de las tiendas las muñecas Barbie, a las que ven como un reflejo de la cultura occidental y un peligro para los valores islámicos, de no acatar la medida, los establecimientos corren peligro de ser cerrados.
Además, en pleno cruce de amenazas entre Teherán y las potencias occidentales, que acusan al régimen iraní de perseguir la bomba atómica, las autoridades de Irán también han anunciado la producción en masa de juguetes que emulan el avión espía estadounidense que supuestamente fue derribado en diciembre. Así, el avión no tripulado RQ-170 Sentinel, exhibido por el Gobierno en televisión como prueba de triunfo, será producido en varios colores, según ha informado la prensa local.
Irán contra la cultura occidental
La persecución contra la famosa muñeca de Mattel no es nueva, en 1996 la cúpula religiosa de Irán advirtió de sus "consecuencias culturales y sociales destructivas”, pero no se aplicó ninguna prohibición en los comercios del país.
Eso sí, el mercado iraní ofreció desde entonces alternativas. Irán lanzó en 2002 una muñeca con la que pretendía transmitir valores musulmanes y contrarrestar la popularidad de Barbie con el nombre de Sarah y Dana, que emulaban a Barbie y Ken. Además, una empresa iraní ha lanzado recientemente otra muñeca, Fátima. La empresa iraní que la fabrica ha asegurado que Fátima está destinada a luchar contra la “invasión de los enemigos de Irán”.
Con relación a la retirada de Barbie, algunos jugueteros han decidido incumplir la normativa aun a costa de arriesgarse a una sanción. Irán ha perseguido la cultura occidental desde el triunfo de la revolución en 1979, desde la cual se comenzó a aplicar un código de vestir islámico y se limitaron tanto música como cadenas de televisión extranjeras.
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Eso sí, el mercado iraní ofreció desde entonces alternativas. Irán lanzó en 2002 una muñeca con la que pretendía transmitir valores musulmanes y contrarrestar la popularidad de Barbie con el nombre de Sarah y Dana, que emulaban a Barbie y Ken. Además, una empresa iraní ha lanzado recientemente otra muñeca, Fátima. La empresa iraní que la fabrica ha asegurado que Fátima está destinada a luchar contra la “invasión de los enemigos de Irán”.
Con relación a la retirada de Barbie, algunos jugueteros han decidido incumplir la normativa aun a costa de arriesgarse a una sanción. Irán ha perseguido la cultura occidental desde el triunfo de la revolución en 1979, desde la cual se comenzó a aplicar un código de vestir islámico y se limitaron tanto música como cadenas de televisión extranjeras.
