La perimenopausia supone la desaceleración de la actividad de los órganos reproductivos gradual, lo que da lugar a síntomas que, durante un período que puede oscilar entre 3 y 7 años, afecta alrededor del 70% de las mujeres. Es en este momento cuando podemos actuar para evitar posibles trastornos en el futuro, que por edad y estado físico, no puedan ser superados.
En nuestras manos está el detectar, tratar y prevenir con anticipación los efectos negativos que puedan derivarse de este cambio. Cada mujer es diferente, y reacciona de manera distinta, según el estilo de vida que lleve (alimentación equilibrada y ejercicio físico son básicos), antecedentes familiares y entorno en general. No será lo mismo tratar un síntoma cuando aparece, que años después, cuando el estado físico o emocional de la mujer es mucho más delicado.
Una buena práctica, recomendada por especialistas, es realizar un chequeo previo cuando los primeros síntomas se presentan, en el que a través de una historia médica exhaustiva y pruebas complementarias (según criterio del ginecólogo), el profesional médico pueda saber en qué aspectos debe actuarse para conseguir una perfecta calidad de vida.
Los síntomas que pueden detectarse y sobre los que se puede actuar, son de distinta índole: psicológicos, estéticos, ginecológicos, genito-urinarios, musculo-esqueléticos y cardiocirculatorios. Existen más de 20 síntomas que pueden afectar a la mujer perimenopaúsica, pero es posible que no se presenten todos, ni simultáneamente ni durante todo este período. La mujer debe ser consciente de la complejidad del tratamiento de los mismos, y que es importante que cada una sea estudiada y diagnosticada de manera particular.
Para el proceso de control y tratamiento durante la premenopausia es imprescindible la coordinación de distintos profesionales. En palabras de Elena García, Gerente del Insituto de Medicina EGR: “Es importante elaborar un Plan Personalizado a cada mujer. Dicho plan, que en grupos especializados como nuestra Unidad de Menopausia entregamos a la paciente a los 10 días de su primera consulta, aglutinará las especialidades de Ginecología, Psicología, Endocrinología, Reumatología, Urología, Fisioterapia, Vascular, Fisiología del Ejercicio y Estética y Nutrición. Se trata de un plan dinámico, que va variando en el tiempo según lo haga el estado físico y psicológico de la paciente, con la involucración en cada momento de las especialidades y profesionales que se consideren necesarios. Con esto tratamos de optimizar el tiempo y evitar duplicidad en las pruebas y consultas que la mujer precise”.
El objetivo por tanto de un Plan de Premenopausia es que la mujer llegue a la menopausia con un estado físico y psicológico óptimo, gracias a las medidas preventivas que se hayan tomado.
Las mujeres que inician su control en la premenopausia, pueden afrontar esta nueva etapa como un cambio más. Solo hay que ser consciente de que hay algunos aspectos de la vida a los que se debe prestar una mayor atención.
En Internet ya existen numerosos sitios para informarse, como el de la Unidad de Menopausia del Instituto de Medicina EGR o la propia Wikipedia, que explica de manera muy comprensible algunos aspectos sobre la menopausia.
En nuestras manos está el detectar, tratar y prevenir con anticipación los efectos negativos que puedan derivarse de este cambio. Cada mujer es diferente, y reacciona de manera distinta, según el estilo de vida que lleve (alimentación equilibrada y ejercicio físico son básicos), antecedentes familiares y entorno en general. No será lo mismo tratar un síntoma cuando aparece, que años después, cuando el estado físico o emocional de la mujer es mucho más delicado.
Una buena práctica, recomendada por especialistas, es realizar un chequeo previo cuando los primeros síntomas se presentan, en el que a través de una historia médica exhaustiva y pruebas complementarias (según criterio del ginecólogo), el profesional médico pueda saber en qué aspectos debe actuarse para conseguir una perfecta calidad de vida.
Los síntomas que pueden detectarse y sobre los que se puede actuar, son de distinta índole: psicológicos, estéticos, ginecológicos, genito-urinarios, musculo-esqueléticos y cardiocirculatorios. Existen más de 20 síntomas que pueden afectar a la mujer perimenopaúsica, pero es posible que no se presenten todos, ni simultáneamente ni durante todo este período. La mujer debe ser consciente de la complejidad del tratamiento de los mismos, y que es importante que cada una sea estudiada y diagnosticada de manera particular.
Para el proceso de control y tratamiento durante la premenopausia es imprescindible la coordinación de distintos profesionales. En palabras de Elena García, Gerente del Insituto de Medicina EGR: “Es importante elaborar un Plan Personalizado a cada mujer. Dicho plan, que en grupos especializados como nuestra Unidad de Menopausia entregamos a la paciente a los 10 días de su primera consulta, aglutinará las especialidades de Ginecología, Psicología, Endocrinología, Reumatología, Urología, Fisioterapia, Vascular, Fisiología del Ejercicio y Estética y Nutrición. Se trata de un plan dinámico, que va variando en el tiempo según lo haga el estado físico y psicológico de la paciente, con la involucración en cada momento de las especialidades y profesionales que se consideren necesarios. Con esto tratamos de optimizar el tiempo y evitar duplicidad en las pruebas y consultas que la mujer precise”.
El objetivo por tanto de un Plan de Premenopausia es que la mujer llegue a la menopausia con un estado físico y psicológico óptimo, gracias a las medidas preventivas que se hayan tomado.
Las mujeres que inician su control en la premenopausia, pueden afrontar esta nueva etapa como un cambio más. Solo hay que ser consciente de que hay algunos aspectos de la vida a los que se debe prestar una mayor atención.
En Internet ya existen numerosos sitios para informarse, como el de la Unidad de Menopausia del Instituto de Medicina EGR o la propia Wikipedia, que explica de manera muy comprensible algunos aspectos sobre la menopausia.