Greenpeace ha presentado este miércoles los datos de un nuevo informe que confirman la "excesiva" temperatura del embalse de Sobrón (Álava), encargada de surtir de agua al reactor de la Central Nuclear de Garoña, en Burgos.
Greenpeace ha presentado este miércoles los datos de un nuevo informe que confirman la "excesiva" temperatura del embalse de Sobrón (Álava), encargada de surtir de agua al reactor de la Central Nuclear de Garoña, en Burgos.
La ONG en defensa del medio ambiente realizó a finales del mes de mayo, coincidiendo con la inactividad de la central debido a las operaciones de recarga de combustible, un estudio para medir la temperatura en diversos puntos del río Ebro cercanos a la planta, con el objetivo de contrastar estos datos con los ya obtenidos el pasado mes de febrero, en plena actividad de la central.
Según los datos de este segundo informe, el estudio revela que en ausencia de actividad "no existe contaminación térmica de las aguas del embalse de Sobrón, ni existe reflujo térmico, es decir contaminación por temperatura excesiva aguas arriba de la propia central".
Concretamente, y de acuerdo con el informe de febrero de 2011, la temperatura del Ebro en los tramos anteriores a la planta nuclear era de 6,5º, que contrastan con los 17-21º en el embalse de Sobrón, inmediatamente posterior a la central, y que supone un aumento de "al menos 10º" entre ambos puntos.
Asimismo, el informe de febrero reveló que, entre la muestra de temperatura obtenida a diez kilómetros de la localidad de Frías(Burgos), situada a mayor distancia aguas arriba de Garoña, y la del embalse alavés de Sobrón, se registró un incremento de temperatura de 15,7 grados, lo que supone un aumento de 2,3º por kilómetro.
En contraste, el nuevo informe realizado en mayo sin actividad de la central observa un "ligero pero progresivo incremento" de la temperatura, que en total difiere en 4,6º entre ambos puntos, pasando de 16,5º aguas arriba, a 21,1º en el embalse de Sobrón. Estos datos suponen un incremento de 0,31º por kilómetro de río, y tienen en cuenta la mayor temperatura del mismo debido a la acción solar, más potente en el mes de mayo que en febrero.
Además, desde Greenpeace han denunciado la "manipulación" de los datos de un informe de Nuclenor, titular de la central, que indican que en febrero de 2010 la temperatura entre la zona del Ebro anterior a Garoña y el embalse de Sobrón "apenas sufre variaciones de un grado, algo del todo imposible".
PROBLEMAS DE REFRIGERACIÓN
Según ha denunciado el responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, la causa de este aumento en la temperatura del Ebro reside en los problemas de refrigeración del reactor de Garoña, en cuyo proceso se provoca "un enorme calentamiento de las aguas que vulnera de forma flagrante las condiciones de autorización de vertido de aguas exigidas por el Ministerio de Medio Ambiente".
En este sentido, Greenpeace ha recordado que la autorización de vertido otorgada a Nuclenor por la Confederación Hidrográfica del Ebro(CHE), dependiente a su vez del Ministerio de Medio Ambiente, especifica que "el máximo incremento admisible para la temperatura aguas arriba de Garoña, respecto a la zona inmediatamente posterior a la misma, no debe superar los 3º, lo que contrasta con los más de diez grados de diferencia que presenta nuestro informe".
Por este motivo, la ONG ha reiterado su exigencia al Ministerio de Medio Ambiente para que revoque, "de forma inmediata", la autorización de vertido de aguas de refrigeración "al no cumplir con los criterios de dicha autorización". "Si, tras la evidencia que aportan estos informes no revocan la autorización, pasaremos a tomar medidas legales", ha finalizado Bravo.
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