Son los datos del mayor estudio realizado hasta la fecha sobre esta enfermedad, que publica la revista The Lancet. Los investigadores del Imperial College de Londres y de la facultad de Sanidad Pública de Harvard (Estados Unidos) contabilizaron los niveles de azúcar en sangre de casi tres millones de personas de 25 o más años de edad de todo el mundo.
Las muestras se compararon con las obtenidas desde 1980. “La diabetes es una de las mayores causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Nuestro estudio muestra que se está convirtiendo en una patología cada vez más frecuente en casi todos los lugares del mundo”, explica Majid Ezzati, uno de los autores del Imperial College de Londres. Mientras los problemas de tensión arterial y colesterol disminuyen en muchas regiones, “La diabetes es mucho más difícil de prevenir y tratar que otras patologías”, señala Ezzati.
Cada 10 años suben los casos
Según los datos, la concentración de glucosa en sangre aumentó una media de 0,08 mmol/L cada 10 años. La prevalencia de la enfermedad creció en ese periodo un 7 por ciento. De esas cifras, los investigadores señalan que el 70 por ciento es debido al envejecimiento de la población, pero que el 30 por ciento restante está provocado por el sobrepeso y la obesidad.
Los datos también revelan que la diabetes se extiende sin control por los países en vías de desarrollo. Por ejemplo, Oceanía cuenta con la mayor incidencia mundial de diabetes, con las Islas Marshall como extremo. Allí, una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres sufren la enfermedad. Asia, Latinoamérica, el Caribe, el norte de África y Oriente Medio, forman el grupo con la mayor prevalencia del trastorno.
España, entre los cinco primeros
En los países desarrollados no se produjo un aumento tan significativo, pero España, Nueva Zelanda, Malta, Estados Unidos y Groenlandia son los países con mayor prevalencia, mientras Francia, Austria y Holanda tienen las cifras más bajas. En cuanto al número de casos, India y China suman 138 millones de casos y Estados Unidos y Rusia tienen 36 millones.
Goodarz Danaei, otro de los autores del estudio, de Harvard, señala la necesidad de crear programas de salud pública que ayuden a las personas en riesgo. Son necesarios programas para detectar personas con niveles de azúcar elevados y ayudar a mejorar su dieta, actividad física y su peso. Si no, “la diabetes continuará imponiéndose inevitablemente como una gran carga de los sistemas públicos de todo el mundo”, advierte Danaei.
Diagnóstico precoz y asesoramiento
El estudio, realizado con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el patrocinio de la Fundación Gates, recoge que hay que mejorar el diagnóstico global de la enfermedad, ya que menos de la mitad de los casos están identificados. Y de los diagnosticados con diabetes, la mitad no tienen controlados sus niveles de glucosa.
La revista señala que hay que profundizar en los programas para aprender a alimentarse bien, llevar una dieta poco calórica, baja en grasas y en azúcares. Con estas pautas y la reducción de peso, la diabetes se puede controlar y reducir la medicación.
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