Tenía 15 años y pesaba 120 kilos. Los médicos calculaban que debía estar en los 41. El pasado 8 de junio, la Unidad de Obesidad Infantil de La Paz le redujo el estómago a esta paciente en la primera intervención de este tipo realizada a un menor en España.
Los cirujanos le extirparon tres cuartas partes de su estómago y dejaron el órgano convertido en un tubo, de ahí el nombre de la técnica: gastrectomía en manga. Al retirarle el tejido, los médicos se llevaron una gran cantidad de las células responsables de la secreción de la hormona que dispara la sensación de hambre.
Problema generalizado
Esta paciente superaba en siete puntos el Índice de Masa Corporal adecuado. Un niño es obeso con una superación de 1,8 puntos. Al llegar a 3 es obligado el paso por la Unidad de Obesidad Infantil.
Así, la fórmula elegida por los facultativos de dejarle con menos sensación de vacío en la tripa y menos espacio para almacenar alimento debería permitir a la niña, según fuentes del hospital, "una gran pérdida de peso de manera gradual".
La obesidad infantil ha crecido hasta convertirse, según las autoridades sanitarias, en "un problema de salud pública". La prevalencia de este trastorno es de un 15,6% entre niños y jóvenes de 2 a 24 años, según la Consejería de Sanidad. El grupo de mayor riesgo es el que va de los 6 a los 13.
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