La organización agraria, Asaja, respalda la decisión del Consejo de Ministros de ubicar el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas. Su presidente nacional, Pedro Barato, así lo aseguró ayer en Cuenca, donde participó en el comité regional de esta organización, que se celebró en la capital, veinte días después de conocer el lugar a donde llegarán los residuos nucleares de toda España.
«Nuestra gente nos lo pide», dijo Barato, quien indicó confiar en lo que dice la comunidad científica en este sentido, «no hay peligro». Por ello, opinó que tampoco lo habrá para el campo. En este sentido, mandó un mensaje de prudencia a los que opinan lo contrario y utilizan imágenes de productos agroalimentarios con símbolos nucleares. Esto es algo que se ha venido produciendo en las últimas concentraciones de protesta contra el silo nuclear convocadas por la Plataforma anti ATC y que está previsto que se repita mañana en la ciudad de Cuenca y en otras localidades de la provincia de Cuenca.
Se da la circunstancia que Asaja Cuenca apoyó a principios del año pasado a la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca, que nació poco después de la candidatura presentada por el Ayuntamiento de Villar de Cañas. Entonces, la organización agraria remitió un comunicado de prensa en el que indicó textualmente «debemos plantear esta situación como oportunidad para desarrollar fórmulas y políticas nacionales y regionales decididas para que el sector agrario contribuya activamente en la generación de energías renovables y limpias (eólica, biomasas, etc.), generando empleo y afianzando la contribución del sector agrario como agente mitigador del cambio climático y consumidor neto de CO2». Un cambio de opinión que reprochó recientemente la alcaldesa de Belmonte, Angustias Alcázar.
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