El estudio, dirigido por el profesor Anthony Lucci, del Departamento de Oncología Quirúrgica de la Universidad de Texas, se basa en trabajos anteriores en los que se identificaron células tumorales circulantes en la sangre de pacientes que sufrían de propagación (metástasis) de cáncer de mama. Los tumores, generalmente, se difunden a través del sistema linfático, en vez del torrente sanguíneo, por lo que esta investigación anterior representa una desviación importante de los medios habituales de diagnóstico y caracterización del cáncer.
El profesor Lucci y sus colaboradores investigaron si las células tumorales circulantes (CTC) se pueden encontrar en la sangre de las pacientes en una etapa temprana de la enfermedad, cuando el cáncer aun no se ha diseminado más allá de su ubicación original (cáncer no metastásico). Los científicos también analizaron cómo la presencia de CTC afecta a las tasas de supervivencia, y la progresión de la enfermedad.
De las 302 pacientes con cáncer de mama operable del estudio, los investigadores identificaron CTC en la sangre del 24% de las afectadas. Esta presencia de CTC predijo, con exactitud, tanto la supervivencia sin progresión, como la supervivencia global: un 15% de las pacientes dieron positivo en CTC recurrente, y el 10% murió durante el período de estudio (de febrero de 2005 a Diciembre 2010), en comparación con sólo el 3% y 2%, respectivamente, de pacientes que no dieron resultado positivo en la prueba de CTC.
De las 302 pacientes con cáncer de mama operable del estudio, los investigadores identificaron CTC en la sangre del 24% de las afectadas. Esta presencia de CTC predijo, con exactitud, tanto la supervivencia sin progresión, como la supervivencia global: un 15% de las pacientes dieron positivo en CTC recurrente, y el 10% murió durante el período de estudio (de febrero de 2005 a Diciembre 2010), en comparación con sólo el 3% y 2%, respectivamente, de pacientes que no dieron resultado positivo en la prueba de CTC.
En las pacientes con una concentración más alta de CTC (3 o más, por 7,5 ml de sangre), la correlación con la supervivencia y las tasas de progresión fue aún más marcada: un 31% de estas pacientes murieron o experimentaron recurrencia, durante el período de estudio.
Los hallazgos plantean la esperanza de que, en el futuro, los análisis de sangre puedan ser utilizados para proporcionar un mejor diagnóstico y tratamiento para las pacientes en etapa temprana de cáncer de mama. En la actualidad, el diagnóstico de cáncer de mama en etapa temprana, a menudo, se basa en la extracción de ganglios linfáticos, lo cual puede tener efectos secundarios desagradables.
Estos estudios sugieren que la evaluación de las CTC podría proporcionar importante información pronóstica a las pacientes. Según Lucci, "si la presencia de células tumorales circulantes contribuye de forma independiente a los factores pronósticos disponibles en la actualidad, esta información podría ser útil en las estadísticas de la enfermedad, y en la identificación de pacientes que podrían beneficiarse de terapias adyuvantes adicionales".
En un comentario relacionado, el profesor Justin Stebbing, del Departamento de Cirugía y Cáncer del Imperial College de Londres, en el Reino Unido, acoge con satisfacción los resultados, a pesar de que reitera que hace falta más investigación antes de que las CTC se puedan utilizar en un entorno clínico.
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