viernes, 10 de mayo de 2013

Operan por primera vez con éxito a un feto que iba a morir por una obstrucción de la laringe


"Hace solo un año, Gonzalo era un feto moribundo al que le quedaban pocas horas de vida y ahora es un bebé sano que posa ante los medios". Con estas palabras el doctor Eduard Gratacós, responsable del servicio de Cirugía Fetal de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déude Barcelona, resumía el alcance de la intervención llevada a cabo hace unos meses por especialistas de estos dos centros catalanes y que ha permitido salvar la vida a un bebé que estaba condenado a muerte por una grave obstrucción de la laringe.
Se trata de la primera intervención intrauterina de estas características que se ha desarrollado con éxito tras tres intentos fallidos en centros de EE.UU. y Alemania. La intervención, que tuvo lugar el 14 de marzo de 2012, se ha presentado este jueves, casi diez meses después del nacimiento del niño, que lleva una vida normal y no tiene ninguna secuela.
María José Sánchez, la madre del bebé, fue diagnosticada en el Hospital de Cartagena y remitida desde este centro a la unidad catalana, donde detectaron que el feto tenía los pulmones muy dilatados y ello comprimía el corazón y podía derivar en un fallo cardiaco. "Dábamos todo por perdido, nos dijeron en Cartagena que teníamos que abortar, pero que antes fuéramos a Barcelona", ha relatado Francisco, el padre del bebé.

Operación intrauterina

Los facultativos catalanes confirmaron que la laringe del feto estaba totalmente obstruida, lo que impedía que los pulmones expulsaran sus secreciones por la tráquea, y ofrecieron a los padres una intervención para desobstruir la laringe. "Teníamos indicios de que podía salir bien. Por suerte no nos equivocamos", ha indicado el doctor Gratacós. El equipo de cirugía fetal de Sant Joan de Déu y del Clínicoperó el feto en el vientre de la madre, introduciendo un fetoscopio (endoscopio especial de sólo 3 milímetros de grosor) que confirmó que la laringe estaba obstruida por una membrana que, posteriormente, perforaron y eliminaron.
"La operación se estuvo preparando durante una hora y media para inmovilizar al feto y colocarlo en la posición idónea, y la cirugía en sí duró tan sólo 22 minutos", indicó el responsable del equipo de Medicina Fetal. La obstrucción laríngea es una malformación extraña que provoca la muerte a la mayoría de fetos que la sufren, y los que sobreviven acaban falleciendo o con secuelas muy graves, ya que el tejido pulmonar queda gravemente dañado.
El doctor Gratacós ha precisado que, aunque es una afectación rara, "unidades como ésta son muy importantes porque pueden salvar la vida a bebés condenados a muerte". En este sentido, el responsable de la Unidad de Medicina Fetal alertó del menor número de casos que llegan a su servicio remitidos por otras comunidades autónomas, como consecuencia, según dijo, "de la crisis y de la caída de la natalidad".


















































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