La Comisión Federal de Comunicaciones norteamericana planea indagar si los estándares de seguridad de las radiaciones de teléfonos celulares protegen o no a las personas.
El uso extendido de estos equipos más allá de las simples llamadas motivó que el tema se ponga en tela de juicio por primera vez en 15 años.
La metodología de investigación se está evaluando hacia adentro de la Comisión, aunque continúan con su revisiones rutinarias: “estamos confiados de que las emisiones no representan riesgo alguno para los consumidores“, dijo una de sus voceras.
La FCC no actualiza sus estándares de radiación y de exposición máxima desde 1996. Según el representante de una consultora de empresas de comunicación asiática consultado por Bloomberg BusinessWeek, “cualquier cambio en las reglas tendrá un impacto en los vendedores de equipos móviles”.
Dos de las tres primeras firmas vendedoras de celulares y smartphones no están radicadas en Estados Unidos (Samsung y Nokia), mientras que la restante (Apple) si, aunque de cambiarse las reglas en algún punto, las tres se verían afectadas en igual medida, dada la importancia estratégica del mercado norteamericano.
Si bien ha existido la preocupación de que las señales de celulares pueden afectar el tejido cerebral, por parte del Instituto Nacional del Cáncer norteamericano se sabe que, en pruebas realizadas a animales y humanos, hasta ahora no hay evidencia de ello. En tanto, en Estados Unidos, en el lapso de 15 años entre los cuales la FCC no tocó el tema, la cantidad de usuarios de dispositivos móviles se incrementó de 44 a 322 millones de personas.
A pesar de que las evidencias científicas sobre el perjuicio de las emisiones no son determinantes, de igual forma la FCC recomienda el uso de auriculares externos, ya que conforme más cerca de nuestra cabeza se encuentre el aparato, más energía absorberá nuestro cuerpo.
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