El acelerado crecimiento demográfico y el consumo desenfrenado están llevando a una destrucción "sin precedentes" de la Tierra, alertó el miércoles el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en vísperas de la Conferencia sobre desarrollo sustentable Rio+20.
El documento Geo-5 -quinto informe del PNUMA sobre "El futuro del medio ambiente mundial"- urge a un cambio de rumbo de la humanidad, para evitar el desastre que se vislumbra, y subraya la responsabilidad de los gobiernos.
"Si las estructuras actuales de producción y consumo de los recursos naturales siguen prevaleciendo, y no se hace nada para invertir la tendencia, los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de un nivel de deterioro y de impacto sin precedentes" en el medioambiente, advirtió el jefe de la PNUMA, Achim Steiner.
El informe, del tamaño de una gruesa guía telefónica, se publica 20 años después de la histórica Cumbre de la Tierra que tuvo lugar en Rio de Janeiro en 1992.
Precedida por una serie de foros, la cumbre Rio+20, que se abre el 13 de junio en la misma metrópoli de Brasil, congregará a unos 50.000 expertos, responsables gubernamentales, empresarios y activistas, para discutir el futuro de un planeta amenazado.
La economía verde como marco a la vez de un desarrollo sustentable y de la erradicación de la pobreza se sitúan en el corazón de esta conferencia, cuyos debates más importantes se llevarán a cabo del 20 al 22 de junio.
El reto que aguarda a los delegados es inmenso: según cifras de la ONU, la demanda global de alimentos habrá aumentado un 50% en 2030, la de agua un 30% y la de energía un 45%, en un contexto de incremento de la desigualdad y de la temperatura del planeta.
La población mundial se duplicado desde 1950 a 7.000 millones de habitantes y alcanzará 9.500 millones en 2050. Ante esa realidad, se debe impulsar un desarrollo que satisfaga las necesidades de los habitantes actuales de la Tierra sin comprometer la supervivencia de las generaciones futuras, insiste el organismo de la ONU.
El crecimiento demográfico y el impetuoso desarrollo de algunas economías, como la china, "están presionando los sistemas del medio ambiente a límites desestabilizadores", subraya.
Además, los actuales patrones de consumo, fundamentalmente en Occidente, no son sostenibles, recalca el documento, que llama a los participantes en la cumbre de Rio a cambiar la orientación de la economía, definiendo orientaciones para los próximos 20 años para evitar la catástrofe.
El informe advierte que sólo cuatro de las 90 metas definidas por los Estados miembros de la ONU como prioritarias para proteger el medio ambiente han registrado avances sustantivos.
Una de ellas es el acceso al agua para los pobres, precisa el documento, que nota sin embargo que unas 600 millones de personas seguirán sin acceso al agua potable en 2015 y más de 2.500 millones carecerán de saneamiento.
El PNUMA cita también entre las mejoras de los últimos veinte años la eliminación de la producción y el uso de sustancias que atacan la capa de ozono, gracias a lo cual se evitará millones de casos de cáncer de la piel de aquí a 2050 y decenas de millones de casos de cataratas de aquí al 2100.
También hubo progresos en la investigación para reducir la contaminación de los mares, que sigue sin embargo siendo dramática y provoca entre otras cosas un grave deterioro de los arrecifes de coral.
El informe apunta pequeños progresos en unos 40 objetivos medioambientales de la ONU, por ejemplo en el aumento de áreas protegidas, como parques nacionales, y una reducción de la deforestación,
La deforestación cayó de 16 milliones de hectáreas por año en la década del 1990 a 13 millones en los años 2000-2010.
En América Latina, se han impulsado políticas para reducir las tasas de deforestación en la Amazonía, indica el informe, que se congratula de que países como Colombia desarrollen un sistema de transporte colectivo que ayuda a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, contribuyendo de ese modo a frenar el cambio climático.
Pero a escala global, la emisión de gases podría duplicarse en los próximos 50 años, lo que causaría un alza de la temperatura promedio de al menos 3 grados de aquí a fines del siglo, lamenta el PNUMA, que señala 24 objetivos que no han registrado progreso alguno, o en los que incluso se ha retrocedido en las últimas dos décadas.
De ahí la urgencia de que los responsables que se reunirán en Rio impulsen una transición radical hacia una economía verde, que permita reducir las emisiones de carbono, al tiempo que proteja los recursos naturales y genere empleos, insistió el jefe del PNUMA.
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