El asunto es muy grave, pero también lo es la imprudencia y las acusaciones precipitadas que pueden dañar al campo almeriense sin pruebas contundentes. Al cierre de esta edición ya son seis los muertos y más de 800 las personas infectadas en Alemania tras la ingesta de pepinos contaminados con la bacteria intestinal Echerichia coli ('E.coli'). Si bien el problema se conoce desde el martes no fue hasta el jueves cuando el Instituto de Higiene de Hamburgo señaló a dos empresas hortofrutícolas en Málaga y Almería como el origen de la contaminación. Durante la jornada de ayer los laboratorios analíticos de la provincia echaban humo y no es para menos, primero para certificar o descartar el foco de infección y, segundo, para intentar que la imagen de la producción almeriense no siga enturbiándose.
La guerra dialéctica entre España y Alemania está más que abierta, puesto que la cooperativa agraria Frunet, firma malagueña que exportó los pepinos adquiridos de una parcela del municipio almeriense de Pechina, que posteriormente causarían los daños, señala que la partida que incluía dicho pepino fue enviada a Alemania el 12 de mayo y, días después, el palé se cayó al proceder a la descarga del camión, se reempaquetó y se llevó al mercado central de Hamburgo tal y como se le comunicó. Una primera muestra determinó que el pepino estaba bien, pero un día después se le comunicó a la firma española que estaba contaminado; mientras, el país germano defiende que el problema viene de origen.
El presidente de la Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía (Hortyfruta), Fulgencio Torres, defendía ayer que el foco del brote de 'E.coli' podría estar en destino ya que los análisis realizados en origen no han revelado nada en absoluto, "he pedido que se ponga en cuarentena el manejo que al producto se da en transporte, almacenamiento y distribución". Torres, quien calificaba la situación de muy preocupante y ha cuantificado en más de 200.000 los kilos de esta hortaliza que permanecen paralizados en las empresas dedicadas a las comercialización al anularse en las últimas horas casi el 100% de los envíos programados al país germano, aseguraba que, según los datos que manejan en el sector, la trazabilidad del pepino es dudosa y, por tanto, el momento en el que se pudo producir la infección. Además, el presidente de Hortyfruta añadió que ese mismo pepino ha llegado hasta consumidores de Francia y un tercer país de la UE sin que haya dado ningún tipo de problema.
Mientras tanto, de acuerdo a las informaciones de la Comisión Europea (CE), las autoridades españolas comunicaron ayer a éste órgano la paralización del comercio de pepino de las dos empresas de Almería y Málaga. Asimismo, se le informó a Bruselas de que se han recogido muestras del suelo y del agua con los que se cultivaron los pepinos y sobre los que se están realizando análisis. La UE recordaba, además, que se está investigando también otros posibles orígenes del brote, y que en este sentido se está analizando una tercera partida de pepinos originarios de Holanda o Dinamarca y distribuidos en el mercado alemán.
Los acontecimientos se están sucediendo a marchas aceleradas y la saturación de información desborda cada minuto, pero sin ninguna certeza en cuanto al foco del problema; sin embargo, la repercusión se padece en las empresas y productores. Así Torres ya auguraba ayer que, pese a que aún es pronto para evaluarlo, el precio se desplomará aún más ya que está atravesando una época muy baja. Por otro lado, los envíos a Alemania, principal importador de pepino de la UE al no contar apenas con producción propia, se han anulado. Lo preocupante es que el problema causado por el pepino ha trascendido a otros productos hortofrutícolas. En esta línea, el secretario general de UPA-A, Agustín Rodríguez, alertó del cierre de fronteras y devolución de productos que nada tienen que ver con esta alerta, por lo que, al igual que otras organizaciones agrarias como Coag y Asaja, pide a la Junta de Andalucía y al Gobierno central rigor y celeridad a la hora de velar por el cumplimiento de los acuerdos de tráfico de mercancías en la Unión Europea (UE).
Por otro lado, cadenas de distribución como Lidl han decidido prescindir de la huerta española, salvando sólo algunas frutas como la naranja, de acuerdo a fuentes del sector, y se han retirado todos los productos hortofrutícolas españoles de los lineales de los supermercados alemanes.
Asaja Almería solicita que se eviten especulaciones hasta que finalicen las investigaciones, ya que las consecuencias provocadas por esta situación son irreparables. La organización pide al Gobierno español que actúe con contundencia y aclare con el Gobierno alemán en qué punto de la cadena el producto pudo ser contaminado. Desde esta organización agraria se señala que no queda claro si existen otros productos de consumo que también podrían estar contaminados y que pudieran ser la causa del contagio.
Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) señala que para el conjunto del sector de frutas y hortalizas de España, que genera más de la mitad del empleo agrario, es vital que se depuren responsabilidades con la mayor celeridad posible para evitar pérdidas irreparables en un sector que supuso el 38,3% de la producción final agraria en 2010, con un valor de 14.924,2 millones de euros. Además, desde COAG se exige a las autoridades españolas que eleven una queja formal a la UE por el inaceptable comportamiento de Alemania a la hora de abordar esta alerta sanitaria.
"Las acusaciones de las autoridades alemanas han sido irresponsables, precipitadas y carente de cualquier tipo de rigor científico y sanitario. No se puede apuntar de manera infundada a todo un sector del que viven miles de familias en nuestro país y que cumple escrupulosamente con todos los controles de calidad y seguridad alimentaria exigidos en la UE. Gracias al eficaz sistema de trazabilidad se ha podido determinar el origen y retirar esa puntual partida. Si las investigaciones confirmaran que la infección se ha producido en territorio alemán estudiaremos pedir daños y perjuicios", afirmaba Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas de Coag.
El presidente de Hortyfruta explicó ayer que ese mismo pepino ha llegado hasta consumidores de Francia y un tercer país de la UE sin que haya dado ningún tipo de problema. Además, Torres pidió que se pusiera en cuarentena el manejo que al producto se da en transporte, almacenamiento y distribución, puesto que, "según los datos que maneja el sector, la trazabilidad del pepino es dudosa".
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