El Gobierno nipón anunció hoy que planea crear un fondo de 100.000 millones de yenes (873 millones de euros) para controlar mejor la radiación a la que se exponen los habitantes de Fukushima, donde está la central nuclear afectada por el desastre del 11 de marzo.
El plan que pretende establecer el Gobierno asigna a las autoridades de la provincia de Fukushima la tarea de realizar revisiones médicas periódicas a unos 2 millones de residentes de la zona, incluyendo a los evacuados, durante los próximos 30 años, informó la agencia local Kyodo.
El gobierno provincial, que ya ha decidido por su cuenta repartir dosímetros a cerca de 280.000 niños, tendría el cometido de analizar los niveles de radiación acumulada y realizar análisis de sangre a todos aquellos afectados que deseen participar en las pruebas.
El Gobierno espera poder tener aprobadas las líneas básicas del presupuesto a finales de este mes y presentarlo ante el Parlamento a mediados de julio, añadió Kyodo.
El anuncio coincide con las recomendaciones publicadas hoy por un grupo médicos e investigadores japoneses sobre el alto índice de exposición acumulada de radiación interna de gente que vive en la provincia.
El estudio, que analizó la comida y la orina de 15 residentes de las ciudades de Iitate y Kawamata, a unos 40 kilómetros de la central nuclear de Fukushima, estima que sus niveles de exposición interna han sido de hasta 3,2 milisievert durante al menos 2 meses.
La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa recomienda desalojar áreas con un nivel de radiación anual acumulada superior a 20 milisievert, muy por encima del máximo de 1 milisievert anual que sugiere la Comisión Internacional de Protección Radiológica.
Uno de los investigadores, Nanao Kamada, recomendó que la población se abstenga de comer verduras cultivadas en las zonas en las que se han detectado los altos niveles de radiación.
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