El cuerpo humano fue diseñado de manera muy eficiente para tiempos de escasez y el estrés. La escasez de alimentos era una realidad común y el cuerpo ha desarrollado vías específicas a ser muy eficiente en tiempos de ayuno. En momentos de estrés, a operaciones de salvamento se adaptó el modo de lucha o huida que nos obliga a trabajar nuestros cuerpos en una muy alta intensidad durante un período relativamente corto de tiempo. La combinación de ayuno intermitente y el ejercicio de alta intensidad promueve las hormonas que mejoran la cicatrización de los tejidos y los procesos metabólicos. Nuestros antepasados de hace mucho tiempo tuvo que luchar a diario para las fuentes de alimentación adecuada. Que más a menudo pastaban en las bayas, hierbas, nueces crudas y semillas, ya que recolectaban en el bosque durante el día. Por la noche, se relajaría con la última mata de comer más a menudo un alto valor proteico, de alta comida rica en grasas. Este tipo de dieta depende del éxito de los esfuerzos de la caza. El ayuno era una forma normal de vida de nuestros antepasados. Esto es evidente con las adaptaciones positivas del cuerpo pasa a través de los períodos de ayuno. El ayuno permite que nuestro cuerpo entra en un catabolismo (degradación de los tejidos) sin período de la promoción de las enfermedades inflamatorias. Esto permite que los recursos del cuerpo para eliminar los mayores, las células dañadas y sustituirlas por fuertes componentes celulares.
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