Si se confirma la contaminación de transgénicos en la miel yucateca, el impacto económico de manera directa será la pérdida de 150 a 200 millones de pesos que se obtienen en la exportación del producto, el cual tendrá que ser reetiquetado para advertir que deja de ser una miel orgánica.
Otro problema económico que detonaría sería de impacto nacional, porque Yucatán produce al año unas 10 mil toneladas de este dulce, de las cuales mil se comercializan en el mercado nacional y el 90% del total, es decir nueve mil toneladas, se venden a Europa, pero si el Viejo Continente deja de comprar esa producción tendría que venderse en el mercado nacional, lo que afectaría los precios que actualmente se manejan.
El secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente Yucatán, Eduardo Batllori Sampedro, lamentó que las autoridades de la Sagarpa, desde sus oficinas en la Ciudad de México, estén emitiendo permisos para el cultivo de transgénicos, sin ocuparse de verificar que se cumplan con las disposiciones de protección al medio ambiente y otras actividades agropecuarias.
Otro problema económico que detonaría sería de impacto nacional, porque Yucatán produce al año unas 10 mil toneladas de este dulce, de las cuales mil se comercializan en el mercado nacional y el 90% del total, es decir nueve mil toneladas, se venden a Europa, pero si el Viejo Continente deja de comprar esa producción tendría que venderse en el mercado nacional, lo que afectaría los precios que actualmente se manejan.
El secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente Yucatán, Eduardo Batllori Sampedro, lamentó que las autoridades de la Sagarpa, desde sus oficinas en la Ciudad de México, estén emitiendo permisos para el cultivo de transgénicos, sin ocuparse de verificar que se cumplan con las disposiciones de protección al medio ambiente y otras actividades agropecuarias.
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