Una enorme piscina de agua putrefacta se ha formado entre el barrio Las Camelias y el Pozo de Oro, en la ciudad de Granada, tras el intento de mejorar el paso vehicular y peatonal en la calle de tierra que une a estos dos sectores.
La obra fue hecha por la municipalidad. Ayer los habitantes de ambos sectores y de la colonia Conchita Lacayo, que también forma parte del barrio, pidieron ayuda a las autoridades municipales y del Minsa porque temen una epidemia.
El señor Carlos Gómez, quien vive a pocos pasos de la laguna de agua hedionda, dijo que antes de que hicieran la rampa el arroyo natural, que atraviesa el sector, interrumpía el paso peatonal, pero el agua seguía su cauce.
“Ahora vemos que con los trabajos se propició el estancamiento de agua sucia, fíjese que hace muchos años hasta jugaban beisbol en esa área”, refirió Gómez.
María Dolores Castillo Hernández, quien habita en la colonia Conchita Lacayo, por donde pasa el arroyo, explicó que las aguas sucias que han provocando nubes de zancudos y mal olor, corren desde la comunidad Las Prusias y de La Laguna.
Los pobladores se quejaron también de muchos carretoneros que llegan a botar basura y animales muertos, pero además aseguran que otros se dedican a extraer arena, autorizados por la comuna.
“Aquí vivimos personas, hay muchos niños que ahorita están con calentura y diarrea por todo ese hedor que pasamos respirando día y noche”, sostuvo Castillo. El temor de la gente es que con las lluvias el arroyo se rebalse y les inunde las casas.
Otro problema planteado por los habitantes de la colonia Conchita Lacayo, es que solo cuentan con tres letrinas para 40 personas adultas y más de 100 niños que ahí habitan. Estas fueron construidas a orillas de la calle, lo que para algunos vecinos también es negativo para la comunidad, por el mal olor.
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