Un equipo de investigadores de la Universidad Iberoamericana (Unibe) y el Instituto Dominicano de Estudios Virológicos, llevan a cabo una investigación entre grupos vulnerables al VIH/Sida en República Dominicana ante la sospecha de que en territorio dominicano circula el VIH tipo 2, una forma distinta del virus conocido hasta el momento que no responde a los tratamientos tradicionales de medicamentos antirretrovirales.
La sospecha surgió debido a que médicos que participan en el mismo han recibido pacientes positivos al virus del Sida que no responden a los medicamentos antirretrovirales de primera generación que reciben, y que tienen como características que presentan bajo niveles de unas células llamadas linfocitos T CD4 y altos niveles del virus en la sangre que son muy propias del VIH tipo 2 que fue aislado hace años en África.
Los detalles fueron ofrecidos por el especialista Robert Paulino, director de la investigación y profesor de Unibe, institución académica que patrocina el estudio que inició en noviembre pasado y tiene previsto concluir en julio de este año, con una población de alrededor de 800 muestras a estudiar, de las cuales se han evaluado la mitad, con resultados hasta el momento que le dicen que probablemente esté circulando.
Entrevistado por LISTÍN DIARIO, explicó que el estudio de detección y caracterización del VIH2 es de tamizaje y abarca a pacientes con VIH, usuarios de drogas, trabajadoras sexuales, hombres que tienen sexo con otros hombres y usuarios de drogas endovenosas.
Sistema sanitario
De comprobarse su circulación, señaló Paulino, sería de gran aporte al sistema sanitario porque implica tener una cepa de VIH resistente a los medicamentos de primera generación, por lo que se tendrían que modificar las opciones de terapias antirretrovirales, y dejaría claro que el virus ha traspasado las barreras. Para los pacientes, señaló, sería de gran beneficio porque recibirían el medicamento que realmente necesitan como opción de vida.
De comprobarse su circulación, señaló Paulino, sería de gran aporte al sistema sanitario porque implica tener una cepa de VIH resistente a los medicamentos de primera generación, por lo que se tendrían que modificar las opciones de terapias antirretrovirales, y dejaría claro que el virus ha traspasado las barreras. Para los pacientes, señaló, sería de gran beneficio porque recibirían el medicamento que realmente necesitan como opción de vida.
El VIH tipo 2 se quedó teóricamente aislado en África y tiene una procedencia muy parecida a los virus de Inmunodeficiencia del Simio, que en un momento evolutivo cambiaron y se adaptaron al ser humano, siendo VIH1 la primera causa de Sida alrededor del mundo. Señaló que hay países de Europa, de Estados Unidos y de Cuba que se ha detectado la presencia de la cepa 2.
La necesidad del estudio surge porque aparte del grupo de pacientes con las características citadas anteriormente, había otros con bajos niveles de CD4, que es lo que dice si el paciente va a desarrollar la enfermedad, y bajos niveles de virus en la sangre, además de unos que empezaban el tratamiento con retrovirales y no respondían adecuadamente a la primera opción. Dijo que trabajando con pacientes ya diagnosticados con VIH se dio cuenta de que existía una diferencia desde el punto de vista de la respuesta del sistema inmunológico. Recordó que la medición del CD4 es importante porque es lo que le indica si un paciente con VIH va a llegar a desarrollar la enfermedad, o sea, el Sida.
Recordó que el Instituto Dominicano de Estudios Virológicos, del cual es investigador, se fundó en 1993 y desde entonces ha estado trabajando en estudios clínicos sobre tratamientos para VIH y que hace un año Unibe abrió su decanato de Investigación que cuenta con 11 profesores investigadores y creó el fondo de Competitividad.
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