Emplean medicina natural contra el hábito de fumar

Los remedios y técnicas de la medicina natural tradicional (MNT) se emplean para la disminución del tabaquismo en la provincia de Camagüey, donde el 10,8 por ciento de la población mayor de 15 años padece el hábito.
En los centros comunitarios de salud mental del territorio, las consultas de los policlínicos y las salas de rehabilitación se ofrece ese servicio, como parte de las terapias para la deshabituación y la desintoxicación del tabaco, que afecta tanto a los fumadores como a quienes los rodean.
Ejercicios de relajación, auriculoterapia (semillitas en las orejas), digitopuntura, acupuntura, preparados homeopáticos, y extractos e infusiones de plantas, actúan sobre los centros de ansiedad que se activan en el fumador, cuando aparece el síndrome de abstinencia.
La psicóloga Olga Pérez Ganfong, líder de la terapia en un centro comunitario de esta ciudad, explicó a la AIN que la MNT es de gran ayuda para las personas con esa adicción, pues permite controlar efectos desagradables como la irritabilidad y la alteración al prescindir de la nicotina.
Así lo confirmó Enrique Crespo, fumador desde hace 33 años y resuelto a dejarlo hace un mes, pues para él las "semillitas" y los preparados homeopáticos Nux Vómica y Nicotinón, resultaron esenciales para disminuir los deseos de fumar y asegurar su adherencia a la terapia de deshabituación.
El tratamiento es individualizado a partir de una entrevista al paciente y un test de clasificación, y según el grado de la enfermedad que manifieste se le recomendarán diferentes procedimientos, señaló la doctora Amel Prince, especialista en MNT de la sala de rehabilitación adonde asiste Crespo.
La facultativo destacó que además de la ansiedad, se manejan los puntos en el cuerpo relacionados con el pulmón y los músculos respiratorios, basados en los principios de esa medicina alternativa, originaria de China y con miles de años de antigüedad.
Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud en Internet, anualmente fallecen más de seis millones de personas en el planeta por enfermedades asociadas al tabaco, como el cáncer, las cardiopatías y el asma, y se presume que para 2030 la cifra aumentará a ocho millones.

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